Pablo Puyol (“Los Serrano”, “Un paso adelante”) realiza una visita al variopinto complejo de Mirador de Montepinar, encarnando a Santiago, el exmarido de Rebeca. Y es que, tras ser infiel a su esposa y divorciarse, el hombre no ha superado su ruptura matrimonial y hará todo lo posible para tratar de recuperar su vida en común.
Por otro lado, Judith trata de llevarse bien con Enrique para evitar que le ponga pegas con la custodia de su hijo y poder así retomar su apacible vida en Chicago lo antes posible. Entretanto, Araceli decide poner fin a su romance con Berta dejándole una nota explicativa. Sumamente disgustada, ésta sufrirá un desprendimiento de retina, hecho que aprovechará el mayorista de pescado para sacar ventaja en el proceso de divorcio.
Además, Lola informa a Estela de que no está dispuesta a pagarle los gastos de la boda con Fermín. Obligada a buscar financiación, la diva del destape tratará de vender la exclusiva del enlace a una importante revista del corazón, mientras que Maite encontrará trabajo como empleada en una centro de masajes relajantes.
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